Siempre he pensado que no hay lugar más hermoso que aquel en el que nacimos, crecimos y vivimos -al menos una buena parte de nuestras vidas-. No importa si es moderno o antiguo, cuidado o no, lo que realmente importa son los lazos de afecto y cariño con que nos ata para toda la vida. Estoy seguro que muchos de nosotros, santiagueros dispersos por el mundo, recordamos con nostalgia a nuestra querida ciudad. Para todos nosotros dedico este blog.